A menudo las personas que me conocen sienten curiosidad por saber que es la macrobiótica. ¿Una dieta de adelgazamiento? ¿Comida Japonesa? ¿Algo relacionado con el veganismo?.
Para mi la macrobiótica, esa gran desconocida, es mucho mas que una forma de alimentarse. Es la conexión de las energías que nos rodean en todos los sentidos. Es volver a conectar con el orden del universo. Si partimos que Macro significa Gran y Bio significa Vida, Macrobiótica es el estudio energético de la Granvida. De todo lo que nos rodea.
La naturaleza, las plantas, los animales, todos sienten esa energía que nosotros, a través de los años, y con años me refiero a miles de años atrás, hemos ido olvidando y poco a poco nos hemos ido dehumanizando y desconectando de todo lo que nos rodea. Vivimos en una época, en la que todos nos dicen que tenemos que hacer, la televisión nos dice como tenemos que vestir, que tenemos que comer, las ciudades están llenas de luces estimulantes que nos dictan cuando parar o continuar, los políticos nos dirigen como quieren, etc, etc. Y no nos paramos a escuchar que es lo que nuestra naturaleza interna nos pide. Vamos con prisas, pendientes continuamente de la hora y no hablamos ni escuchamos a las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Mediante la macrobiótica, poco a poco, entendemos y recordamos todo lo que nuestros antepasados hacían de forma natural e inconsciente. A nivel de la alimentación, aprendemos a crear una cocina energética para estar mas sanos, ligeros y con suficiente vitalidad para poder afrontar ese día a día que, en la mayoría de las veces, es tan difícil de llevar.
Recordamos como la alimentación tradicional que consumieron nuestros antepasados durante miles de años, estaba basada en: cereales integrales, leguminosas, verduras, frutas locales y estacionales, semillas, frutos secos, con una pequeña cantidad de productos de origen animal, algas y condimentos naturales. También aprovechaban lo que la naturaleza les ofrecía y a pesar de consumir productos de origen animal, sabían equilibrar su dieta con proteínas vegetales, aprovechando las cualidades nutritivas de productos como los que he comentado anteriormente (semillas, frutos secos, algas, especias,etc).
También tomamos más consciencia de como nuestros actos afectan a lo que nos rodea, por lo que procuraremos consumir los productos de estación y locales que se hayan podido obtener sin abusos económicos, sin aditivos químicos, que no estén refinados ni procesados para que todo el nivel energético que contengan nos llegué lo mas directo posible.
Todo en la naturaleza tiene su propia energía y fuerza vital. Siendo conscientes de como cada alimento tiene dichas cualidades, podremos obtener nuestros propios modelos de salud y vitalidad. Sea cuál sea la cultura de la que procedamos, la macrobiótica existe y ha existido por igual. No es algo únicamente Japonés, simplemente se trata de entender para poder recordar algo que por naturaleza todos sabemos, solo que tenemos que recuperarlo.
De esta manera aportamos a nuestra vida la base para la armonía y el equilibrio en el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu.
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