sábado, 28 de septiembre de 2013

Yin y Yang ¿Eso que es?




En alguna ocasión hemos oído hablar del yin y del yang pero no sabemos de que se trata, la mayoría piensa que son cuentos chinos o incluso nos atrae su símbolo pero no entendemos su significado ni a lo que se refiere. Intentare explicarlo de la forma más sencilla posible para no crear confusión.

Son las dos energías con las que se manifiesta la naturaleza. Una no funciona bien sin la otra y viceversa. 

Según los japoneses, el Yin es una fuerza centrifuga, una energía expansiva de apertura y el Yang es la fuerza centrípeta, una energía de contracción. A nosotros, los occidentales, nos cuesta creer muchas cosas si no las podemos ver y dejamos de sentir todo lo que nos rodea.

En cuestión de alimentación también existen y nos afectan. Todos los alimentos que ingerimos tienen su propia energía, algunos son más Yin y otros más Yang, al igual que hay otros que están más equilibrados y nos permiten rendir durante más tiempo ya que nuestro cuerpo tiende a gastar menos energía para procesarlos.

Dentro de los alimentos Yin o con energía extremadamente expansiva se encontrarían: 

  • Drogas,Alcohol, Estimulantes (café, bebidas gaseosas, azucaradas)
  • Azúcares (azúcar blanco, moreno, de caña, miel, sirope de arce, helados, chocolates, fructosa, sacarina, etc)
  • Alimentos refinados (harinas blancas, arroz blanco, etc)
  • Verduras solanáceas (pimientos, berenjenas, tomates,  patatas)
  • Lácteos blandos (leche de soja, tofu crudo, mantequilla, nata, leche animal, queso fresco, kéfir, yogur)
  • Algas de lago y agar agar (espirulina, clorella, klamath, agar agar)
  • Frutas tropicales o locales muy expansivas (plátano, piña, mango, aguacate, coco, papaya, pomelos, ciruelas, higos, dátiles, naranjas, etc.)
Como podemos observar, todos ellos son alimentos que hinchan, dispersan, enfrían en extremo, crean un efecto de evasión y superficial. Pensar por un momento como os habéis sentido con un poco de vino o el café del desayuno con el que muchos no podrían pasar la mañana. Todos hemos sentido dicha energía, solo que no somos consciente de ella.

Dentro de los alimentos Yang o con energía extremadamente contractiva se encontrarían:
  • Aves.
  • Carnes rojas y grasas saturadas.
  • Quesos secos y salados
  • Huevos, embutidos, jamón, pizzas y horneados.
  • Condimentos salados (sal, miso, salsa de soja, tamarí, etc)
Sin embargo, en esta lista de alimentos vemos un efecto totalmente contrario. Alimentos que acumulan, acaparan, engordan, generan calor y tensión en extremo, crean una vibración y un efecto muy profundo. Cuando comemos en exceso estos alimentos, inconscientemente nuestro cuerpo, que es muy sabio, nos pide algo totalmente opuesto con una energía extremadamente yin para intentar compensarse. Si nos damos cuenta, cuando comemos carne lo solemos acompañar con patatas, alcohol o necesitamos tomarnos un postre dulce, como un helado o algo de fruta cruda para relajarnos. 

Por cada 1 de Yang, nuestro cuerpo nos pedirá 7 de Ying y a la larga será un circulo vicioso del que no podremos salir.



Muchos de los que hayan llegado a leer hasta aquí, pensarán que no lo hacen tan mal dado que de alguna forma se compensan inconscientemente cuando comen, pero en realidad, a largo plazo, este tipo de alimentación extrema solo conlleva a enfermedad. Y os preguntareis: Entonces, ¿cuales son los alimentos correctos, o no podemos comer de nada?

Existen una serie de alimentos con una energía más centrada y en equilibrio y que no someten a nuestro cuerpo a un desgaste tan grande, se trata de:
  • Endulzantes moderados (melazas de: cebada, máiz, arroz, concentrado de frutas naturales)
  • Frutas secas locales, sin sulfatos (pasas, albaricoques, orejones, etc)
  • Frutas frescas locales y de la estación (manzanas, peras, melocotones, albaricoques, nísperos, cerezas, fresas, sandia, melón, etc)
  • Semillas y frutos secos (sésamo, girasol, calabaza, avellanas, almendras, nueces, piñones, etc)
  • Verduras locales y de estación (cebollas, zanahorias, brócoli, col blanca, lombarda, puerros, calabaza, etc)
  • Algas (kombu, wakame, hiziki, dulse, arame, nori, espaguetti de mar, etc)
  • Leguminosas y proteinas vegetales (lentejas, garbanzos, alubias pintas, blancas, azukis, seitán, tempeh, tofu ahumado, etc)
  • Cereales integrales y pasta integral (arróz, cebada, mijo, avena, etc)
  • Pescado y marisco

Entendiendo estos conocimientos, podremos elegir mejor a la hora de introducir este tipo de energías en nuestra alimentación diaria ya que tienen que ver mucho con nuestro estado, no solo de salud, sino de ánimo y optimismo ante la vida.









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